sábado, 3 de agosto de 2024

POEMAS III - 738


no hay piedra
que no esté viva
no hay piedra
que no sea un latido
uno de sus latidos
el único latido
que es
así es como es
no otra cosa
que ella misma:
claro que si la agarramos
no digo que sea
como agarrar un corazón
lo que digo
es que al tenerla en la mano
y sin dejar de ser ella
es así
como es ella
la piedra
una piedra:
y también es así
como la piedra
esa piedra
no es más
que la mano
que la sostiene
y cuyos latidos
y por ella
ya no son
otra cosa
que uno de los latidos de ella
ese único
latido
que por la mano
que la sostiene
es ella
como fue ella
y como seguirá
siendo ella
cuando la abandonemos
la dejemos
donde estaba
en ese
o en otro lugar
que por ella
es el lugar
donde está
y estuvo
y estará
única
también
como la mano
nuestras manos
que ya
alivianadas
de su peso
no es
como si volaran
sino que vuelan
vuelan
nuestras manos vuelan
se nos vuelan
y ese vuelo
es la piedra
que entonces continúa
inmóvil
como siempre

15-3-2019

constantino mpolás andreadis

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