las estatuas bailaban como mujeres
y las mujeres bebían como estatuas
sólo que las mujeres eran mujeres
y las estatuas estatuas
y eso no pasó una sola vez
sino que pasó tantas veces
que así es como bailan las estatuas
y como posan las mujeres
ya sé que la eternidad
no es más que una pelusa en un saco
en ese bolsillo del saco
donde caben las estatuas y las
mujeres
sé también que las cosas no son
ni como son
ni otras
ni las mismas
y aunque a las cosas hay que contarlas
para que sean
no basta para ir tan lejos
ser un artista del hambre
el título de un cuento de franz kafka
10-6-2024
constantino mpolás andreadis
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