lunes, 21 de junio de 2010

POEMAS DE UN JUNIO COMO TANTOS - 1 - EL MUGIDO DE LA VACA ES LA VACA


el mugido de la vaca es la vaca
ése es el momento
su instante
lo instantáneo de su relámpago en blanco
como una luz acariciada
desgarrada
es a esa luz o momento
a esa flecha
a esa piedra en el aire
que entonces habrá que dibujarla
herirla con el guante del dibujo
para olvidarla
hasta que su siempre sea su nunca
y su nunca su siempre en el dibujo
en la vaca o dibujo que ahora muge
con un silencio de estrella interrumpida
con el ojo de ella en el ojo de él
como si el dibujo fuera un ojo
su relámpago en él
el blanco de su instante
tan lejos y tan cerca todavía
como si entre vaca y dibujo
el ojo interrumpiera la mirada o estrella
ese cielo o silencio
lo que el tiempo tiene de río y de sonrisa
lo que se le escapa de las manos
lo que vuelve a ser vaca en su dibujo
vaca en la vaca
dibujo en el dibujo

constantino mpolás andreadis

miércoles, 9 de junio de 2010

20 POEMAS PARA DORMIRSE EN EL COLECTIVO

4
a medida que lo dibujaba se hacía más hermoso pero cuando terminó de dibujarlo cuando se vistió y se fue el dibujo que ella estaba mirando se fue con él ese dibujo que era él mismo y que ella seguía mirando se había ido con él que se quedaba


5
no tiene tiempo de pensar en la forma. tiene cosas que contar y las cuenta. sus cuentos rompen el molde del que salen. sus novelas son un conjunto de cuentos contados por un mudo de nacimiento. son cuentos contados para adentro, que salen por la boca de un borracho o de un loco. poseído por sus cuentos, los cuenta como si sus cuentos fueran de él. la verdad es que cuando los cuenta son suyos. son tan suyos que cuando termina de contarlos son de los que al escucharlos los corrigen. de los que sólo con escucharlos los modifican y los repiten al infinito. un cuento no es un cuento hasta que no pasa de boca en boca. un cuento escrito no es un cuento hasta que no lo escriben los analfabetos y lo leen los ciegos



6
A JORGE AMADO
esos discursos llenos de citas latinas que la gente escucha con atención y sin entenderlos. no niego que la literatura puede ser como esos discursos. lo que vengo a declarar es que la poesía es lo que la gente entiende de esos discursos ininteligibles. ni lo que entiende ni lo que deja de entender: la poesía es la atención con que la gente escucha esos discursos pronunciados en un idioma imposible


7
A CESAR VALLEJO
quiero escribir pero me salen plumas
quiero decir muchísimo y me escollo
no hay cifra hablada que no sea espuma
no hay pirámide escrita sin abollo

quiero escribir pero me siento luna
quiero laurearme pero me astronauto
no hay voz hablada que no llegue a una
no hay dios ni hijo de dios sin ese apoyo

vámonos pues por eso y por si acaso
ya carne de cañón ya fruta en vilo
vámonos entre abrazo y cañonazo

al llanto de la aguja a la yerba del hilo
volvamos la cabeza paso a paso
hasta el nudo infinito su pasajero asilo



8
los actores están condenados a no entender el texto que interpretan. por los actores es que el espectador puede entenderlo. el espectador es el que al entenderlo le da sentido al texto. la inocencia de los actores es lo que hace que el texto sea distinto para cada espectador y totalmente ajeno para el autor al que reflejan

9
un novelista es un poeta que escribe novelas y un
poeta es un novelista que escribe poemas. un novelista que escribe novelas es un periodista y un poeta que escribe poemas es una poetisa


constantino mpolás andreadis

sábado, 5 de junio de 2010

NOTAS - “LAS MAQUINARIAS DE LA NOCHE” DE ABELARDO CASTILLO


“LAS MAQUINARIAS DE LA NOCHE” DE ABELARDO CASTILLO

No quiero seguir leyendo. Con “Carpe diem” basta y sobra. “Carpe diem” es el primer cuento de “Las maquinarias de la noche”. Es imposible que “Carpe diem” no sea el primer cuento de Abelardo Castillo.
Y ni siquiera el primer cuento: con las seis primeras páginas de ese primer cuento me conformo.
Para qué más: pedir más es pedirle peras al olmo. Pero claro, la poesía es eso. Por supuesto, es mucho, es infinitamente más que todo eso. Y, sin embargo, es eso, nada más que eso: la yapa.
Casi digo, y entonces lo repito, grappa en lugar de yapa, yeta en lugar de jeta, cara, coro, o cola de la papa, del querosén, del barrilete o rata, rito, mito, crisol de razas, hito. Antes de los coreanos y de los chinos, antes pero después de los aerolitos, para nosotros un japonés era un hiroito, tuñón era un gran poeta, y césar, el hijo de baldomero, un poeta que se murió más tarde y que para enterrarlo hay que leer.
No quiero que me disculpen, quisiera que me dejaran seguir leyendo lo que para recomendarlo de antemano tengo la obligación de terminar.
Un deber es un haber que es una deuda. Tengo tantas respuestas que no pido nada. Como un mendigo, pido respuestas. Pedir es poseer, tener es repartir, repartir es pensar, soñar es compartir, compartir es amar, hablar, odiar, jugar, buscar, perder, hallar, callar, volver, partir, inventar, recuperar, y olvidar.
Si su Faulkner es Borges, estas páginas me empujan a sus novelas: “El que tiene sed” y “Crónica de un iniciado”. Me prometo leerlas, no puedo prometerles mis aburridos comentarios.
Para que lo sepan, Abelardo Castillo me ganó una sola partida de ajedrez. A los envidiosos, a los que prefieren recordar que no jugamos otras, les informo que no les guardo rencor. Por otra parte, que Abelardo Castillo me haya ganado al ajedrez no quiere decir nada. Por ejemplo, ni siquiera quiere decir que no pueda hasta darse el lujo de escribir una notita sobre Vargas Llosa que da risa y pena.
Resumiendo: cuando acabe de leer este libro, “Las maquinarias de la noche”, voy a ponerme a escribir su comentario, que es éste que íntegramente les anticipo.

constantino mpolás andreadis

martes, 1 de junio de 2010

20 POEMAS PARA DORMIRSE EN EL COLECTIVO - 3 - A FERNANDO VALLEJO


A FERNANDO VALLEJO
1
al cilantro
a las cebollas enhiestas de rabo verde
qué noche aquélla
qué día

no fue la loca
fue el tiempo


2
pero tampoco la noche
ni el tiempo ni el cilantro
ni las cebollas enhiestas de rabo verde
no
no fue la loca
fueron
los días azules
el agua
de los días azules
el río azul
como la noche negra
sin luna
como la luna
sin cauce
como la noche
la noche negra
como la luna
como la luna
que es un sol
como la tierra
que es una naranja
porque es una cebolla
porque es una luna
porque es un sol
porque es un río
sin cauce
como aquellos días
azules
como la loca
como la noche
y el día
como la tierra
y el tiempo
como la luna
y el sol

constantino mpolás andreadis

NOTAS - "LAS CRONICAS DEL SOCHANTRE" DE ALVARO CUNQUEIRO

"LAS CRONICAS DEL SOCHANTRE" DE ALVARO CUNQUEIRO

Su tocayo Alvaro Mutis lo señala como colombiano a este gallego que escribió en gallego y en español sus historias universales como relojes. Su prosa es tan exacta como la de él. Tan lejana como un camino de tierra. Como el ala nemorosa de un pájaro disecado.
Las historias que nos cuenta son increíbles pero para ser increíbles tienen que ser creídas por el lector atento.
Yo no soy quién para negar que la atención de un lector verdadero es la distracción creadora.
Vayamos, entonces, por donde vinimos, y digamos, para callarlo, que hay una fábula de tiempo que es una luciérnaga si no fuera una siembra metafísica encerrada en la caja de un violín de polvo.
El viento o el esqueleto del viento es el caballo terrestre de ese Pegaso de oro.
Tiene su risa encendida como una vela. Y en cada mesa el pan se multiplica alimentando el hambre de los recién saciados.
La gula se resiente de pecado y espejo. Busquemos en la llave el botoncito perdido o el paraíso encontrado.
Por esa dirección pero en cualquier sentido, se encontrará de pronto lo que la mano esconde para negarlo a veces con permiso.
Porque el anillo de esta literatura es un umbral, también la víspera se hace futuro como un anzuelo.
Dejemos estas cosas para más adelante como siempre. Después de todo lo que se queda atrás no es la nostalgia.
(Alvaro Cunqueiro nació en Mondoñedo, provincia de Lugo, en 1911, y falleció en Vigo en 1981. "Las crónicas del sochantre" ganó el Premio de la Crítica en 1959.)

constantino mpolás andreadis