miércoles, 29 de abril de 2009

POEMAS EN CRUDO - 1 - NO HAY ANTES NI DESPUÉS

no hay antes ni después
sólo el poema solo como un grito
en el desierto el suyo que es el nuestro
porque somos nosotros y por él ese grito

si acaso metafórico no por eso irreal
y si ya sin sentido es porque entonces lo tuvo
o acaso lo tendrá si tal vez en su día
no ocurre o no sucede lo imprevisto previsto

y sin embargo así y aunque de otra manera
si no se continúa es porque empieza o muere
y no hay otras estrellas como ese eterno amor
que sonríe como un fuego escandaloso y frágil

constantino mpolás andreadis

jueves, 16 de abril de 2009

"ANTAGONÍA" DE LUIS GOYTISOLO


“ANTAGONÍA” DE LUIS GOYTISOLO

Otra vez, y otra vez la radio, me invita, me invito solo, convidado de piedra, a escribir estas notas. Casi digo estas jotas, estos tanguitos, estos remotos mambos, estas antiguas cumbias, estas atrabiliarias rancheras. En fin, estas payadas, estas payasadas, de pelo en pecho, de carmela en la calva y de más barriga que pecho.
Pero ahora, recién ahora, y como siempre tarde y tan temprano , quiero hablarles, o más bien recordarles, de “Antagonía”, esa tetralogía, ese Recuento de Luis Goytisolo, el hermano de Juan, el no menos mejor pero menos famoso.
Ni Hemingway ni Faulkner: Robert Musil. Una prosa que respeta los semáforos, que no saca el brazo por la ventanilla, “Recuento” es una cumbre, un páramo.
“Un mundo para Julius”, la novela de Proust, y ahora “Recuento”, “Antagonía”, Luis Goytisolo.
No salta como Umbral, no es poderoso como Cela, no juega (aunque esté tan cerca) como Cortázar: tiene la dentadura del Bryce Echenique de “Un mundo para Julius”. Si no me repito no tiene gracia. Lo malo es que me repito sin gracia.
Gracias, muchas gracias por leerme hasta aquí. Si quieren más, vayan a leerme en Luis Goytisolo. Les aseguro que allí sí soy un escritor completo. Bien sé que con “Recuento” basta y sobra, pero la obra, el abracadabra de la obra, consta de cuatro libros: “Antagonía”. “Recuento”, “Los verdes de mayo hasta el mar”, “La cólera de Aquiles” y “Teoría del conocimiento” son sus títulos o tentáculos o suplicio de Tántalo o lecho de Procusto. Como ven, no sólo no puedo con mi genio sino que me voy por la tangente para lavarme las manos y como quien no quiere la cosa recomendarles no tanto la lectura sino la locura de la lectura de este monstruoso libro.
Sonría, lo estamos filmando.


constantino mpolás andreadis

lunes, 13 de abril de 2009

EN ALGUNO DE LOS POEMAS QUE HE ESCRITO


en alguno de los poemas que he escrito

o en todos mis poemas

o en ninguno

encontrarás el tuyo

el único poema

que escribí en realidad

que escribiré


constantino mpolás andreadis

domingo, 12 de abril de 2009

BARBAZUL-KURT VONNEGUT


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“BARBAZUL” DE KURT VONNEGUT

Por si no les hablé nunca de Kurt Vonnegut, aprovecho la ocasión para contarles un cuento. El mejor de sus libros es cualquiera, lo que tiene de Hemingway es la caída del pelo. A mí me gustaría cambiar de estilo como de corbata. Pero qué quieren que les diga, simplemente no puedo. ¡Por supuesto que el espíritu sopla donde quiere! Si quieren una prueba, vayan y lean el Marco Bruto de Quevedo.
Yo qué tengo que ver, Cíclope de tres ojos, no con el hilo, si hasta confundo aguja con camello. Bíblicamente hablando, pero hacia perro y desde otro hueso.
Si me voy por las ramas, a buen entendedor pocas palabras. Qué es la literatura, después de todo, sino un vaso medio vacío o medio lleno.
Les hablé de camellos y de perros, va siendo hora de que me baje del caballo, y vaya al grano, o más bien dicho al yelmo.
No es bueno repetir, pero repito: no hay calesita como la prosa de estos versos. Estas cosas que escribo y que me escriben, que cuando sé adónde van ya se me fueron.
Pero esta vez, o acaso hasta mañana, no sólo las repito, es como si el original fuera un espejo.
Pero esta vez no importa, y aunque tampoco importa, lo que importa es el que me señala con el dedo. Yo pecador, usted Kurt Vonnegut. Si el viejo diablo me leyera se moriría de nuevo.
Porque está vivo, y ya pasó los setenta, tiene la picardía de un escote, la pureza de un pan, la perfección de un huevo. Lo que tiene de manzana es su Cezanne. No es que nos juzgue, lo que pasa es que es un cura y un plumero. Si le pasa el plumero a los retratos, ahí está el cura con su padrenuestro. Seguramente viaja en colectivo, con un libro en la mano, y hasta mueve los labios como si estuviera leyendo. Yo no invento nada cuando estoy cantando, pero cuando no canto invento menos.
Lo que quiero decir, no lo que digo, es que Kurt Vonnegut es un maestro.
constantino mpolás andreadis