el piano no sólo parecía sonreír
sino que su sonrisa era la música
ya no sólo su música sino la música
que brotaba de unos dedos no visibles
que sin embargo o tal vez sólo sus
teclas
entonces completaban también como
la música
esa música que tampoco se oía
esa música que se sentía hasta en los
zapatos
y no sólo en la mirada sino en los
espejos que nos inventaban
3-12-2023
constantino mpolás andreadis
No hay comentarios:
Publicar un comentario