en ese cara a cara
o extenuante milagro
o barrilete asido
a una mano dormida
a una mano que sueña
que es un cielo
y ese hilo la anuncia
a sí misma mañana
cuando ya se recuerde
ya sin rostro o rocío
o como destinada
a perderse en un sueño
a ser amanecida
desterrada
sin cielo ni memoria
sin olvido
como si esa caricia
no desnuda
la amputara a ese cuerpo
transeúnte
y no sólo inmortal
sino posible
como ella en la noche
de ese naufragio de oro
donde todas las cosas
son reales
menos ella y aquélla
la imposible
la única
en la que se reflejan
aún todas las cosas
y ella en ella se acecha
y hacia sí se rechaza
de un solo adiós o tajo
mordedura o
palabra
constantino mpolás andreadis
No hay comentarios:
Publicar un comentario