había tantas orillas
que el río se quedó donde estaba:
como si fuera la tercera orilla
y como si todas las orillas
(no sólo
sus dos orillas)
se movieran con él
se lo llevaran
vaya uno a saber
adonde sea
pero siempre
¡por supuesto!
a él
que se esperaba
que se seguía esperando
(como un chico
o una novia)
desde y hacia
la noche de los tiempos
23-11-2022
constantino mpolás andreadis
No hay comentarios:
Publicar un comentario