miércoles, 17 de abril de 2024

POEMAS III - 128


la belleza brota de la fealdad
como los lirios del campo:
mirarla enceguecía
como si esa momentánea ceguera
eternizara al que así la contemplaba
como si un horizonte de fuego
se congelara en ella
no sólo duplicando su belleza
sino haciéndola
inalcanzable
no sólo para aquel que la miraba
sino sobre todo para ella
la nunca conseguida
la perdida en esos ojos que entonces
     la veían
con los ojos de ella
los ojos
de su realidad
de esa realidad que la inventaba
inventando en ella al elegido
que era así como dejaba de verla
no de mirarla
sino de verla
como la vería para siempre
llevado
conducido por ella
a él
a ese él
perdido en ella
y sólo así tan real como ella
la irreal
la común
la transitoria ella

11-5-2019

constantino mpolás andreadis



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