ESTO
una cabeza
nada más que una pipa
y ni siquiera una cabeza
como cuando tampoco una pipa
lo que sucede con este acontecer
es que cuántos botones
o colas de paja
o barcos de papel
por empezar
la única diferencia entre un cuadro y una ventana
entre una pierna y una puerta
entre un nenúfar y un octopus
es que las hojas de los árboles
por más que se las cuente
una y mil veces
no sólo no dejan de ser infinitas
como las estrellas y los dedos de una mano
sino que se caen sin pasión ni equipaje
se caen como las medias y los pelos
y las estatuas y las torres gemelas y los grandes retratos
constantino mpolás andreadis
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