viernes, 23 de diciembre de 2011

NOTAS - “FUEGIA” DE EDUARDO BELGRANO RAWSON


“FUEGIA” DE EDUARDO BELGRANO RAWSON

Esta novela es el “Zama” de los noventa. ¡Viva esta novela aunque yo perezca! ¿Es que alguien puede morirse después de leer una novela así?
Este es el siglo de Kafka. Franz Kafka es un espejismo de Poe. Uno de sus delirios. Una de sus tantas borracheras. La Torre de Babel es una cucaracha, su traductor imposible es el irlandés James Joyce. Esta novela tiene tanto de Kafka que lo que tiene de Conrad es lo que le sobra de Melville. Original como una mariposa, no vuela como una mariposa sino que se derrite como el hielo. Como el hielo argentino del fin del mundo, el hielo eterno de una Argentina que se empecina en ser efímera, esta novela es el fuego que permanece como el ave fénix en las cenizas salvajes de un horizonte virgen. Hablo de la civilización del candor, del capitalismo de las cabras, del socialismo renovado por los alambrados, de la vida, de la muerte, de la metafísica encarnada en un cuerpo sucio y embellecido por los harapos de un amor directo como un cuchillo pero sin los filos del erotismo ni las pesadillas o desviaciones de la infidelidad pornográfica y occidental y cristiana y videomaníaca y falaz.
¿El campo, ese lugar donde los pollos se pasean crudos?

constantino mpolás andreadis

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