no hay límites
sino manos o plumas
el horizonte
es un
zapato
en fin
nada
nuevo
el poema
no es más que una cuchara
hasta la cucaracha
es un exceso
por eso es que el poema regresa
retrocede
como un espejo
el poema no tiene memoria
sino llaves perdidas
cerraduras forzadas
ojos limpios
y unos cuantos secretos
su mañana
si siempre es el lector
es un pasado herido
una foto enmarcada
el amarillo
de aquel eterno azul
con sus bañeras
y sus paraguas
constantino mpolás andreadis
lunes, 10 de octubre de 2011
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