viernes, 4 de diciembre de 2020

POEMAS DE UN DÍA COMO TANTOS - 725

 

la envidia

se vuelve contra el envidioso

enmascarándolo 

lo desnuda


no disfraz

carne viva

carne viva

muerta


herida

que goza de buena salud

la sonrisa

del envidioso

se abre como un abanico

en la mano de una marquesa que no es

    más que una puta




el verso

es irremediablemente anacrónico

goza

con sus dobleces


alhaja

o baratija

lo uno

por lo otro


el verso es envidia en carne viva

no abanico

ni metro patrón


el verso es la

mano que maneja el abanico como una

marquesa o una puta




si escribir

es envidiar

escribir

es envidiarse a sí mismo


no hay insomnio

como un verso cumplido

un verso que puja

como una criatura


en el momento del parto

en ese instante

ni antes ni después


el verso sueña

y su sueño es insomnio

no vigilia sueño que se muerde las uñas


14-1-2008


constantino mpolás andreadis



 


 

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