viernes, 4 de diciembre de 2020

POEMAS DE UN DÍA COMO TANTOS - 724

 

antes de meterme en la cama con ella, puse mis zapatos en el armario. no sea cosa que si nos sorprendiera el marido, esos zapatos ajenos me delataran. como siempre o casi siempre sucede, la cosa anduvo, bien o mal, pero bien. sólo que cuando quise recuperar mis zapatos, en el armario aparecieron, como cucarachas o ratas, miles, millones de zapatos. resignado, me tuve que conformar con llevarme los zapatos de otro. no sólo no tenía tiempo, ni siquiera en una eternidad hubiera podido encontrar los míos.

 

21-11-2008

 

constantino mpolás andreadis

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