como un trueno desbaratado por su
silencio
se comió no las eses ni las rosas
sino las uñas de esa voz no oída
de ese silencio abierto como un
fruto
que entraba por las puertas y las
ventanas y los muros
ya no como una aparición
sino como una
ascensión distraída
que hacía de las cosas su dibujo
y de su dibujo
un ahora insolente como una dado
que rueda
12-12-2023
constantino mpolás andreadis
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