POEMAS III - 422

oyéndola hablar en la habitación contigua
nadie en su sano juicio podría negar
que ella está allí pero con otro
y que ese otro no es otro que yo:

o sea aquél por el que me dejó por mí
no sólo como una camisa
se deja sobre una silla
sino como esa camisa

que por supuesto puede que sea la misma
perfectamente colgada de una percha
que tampoco tiene por qué ser siempre
    yo:
es así como vivimos en una casa de
    una pieza

que hace también de cocina y comedor
    y baño
sin dirigirnos la palabra
pero eso sí
tuteándonos como dos albañiles

o como cien verduleros
o como el mismísimo presidente de la
    república
al que es necesario llamar su excelencia
para que no sólo no nos tenga en cuenta

sino para que sea lo que es
el presidente
nuestro presidente
el excelentísimo señor presidente

5-6-2020

constantino mpolás andreadis