se peinaba
con un peine tan viejo
que era como si un manco
se peinara con la mano que le faltaba
y era como si al peinarse lo que
hiciera
fuera mirarse en un espejo
en ese espejo
en el que no se veía
no tanto
porque no se veía
sino porque no
quería verse
como se veía
una vez tan peinada como
despeinada
hasta se olvidó de peinarse
y así
tan peinada como despeinada
salió a la calle
salió finalmente a la calle
salió
fatalmente
a la calle
y fue así
como se perdió
fue así
como se perdió para siempre
ya no sólo en la calle
sino en ella
en esa mujer
en esa
que había sido
una mujer
y que ahora
y ni siquiera eso
lo que era era una calle vacía
y aunque ella
se siguiera peinando
lo que era era una calle vacía
una calle
que recorrió tantas veces
y que ahora
se confundía con ella
con ella
que se seguía peinando como
si aún se peinara
2020
constantino mpolás andreadis
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