domingo, 23 de diciembre de 2018

POEMAS DE UN DÍA COMO TANTOS -262


"UBU" DE ALFRED JARRY

 Tardé tanto que al fin es temprano que les hable ahora del Padre Ubú. Temprano quiere decir anacrónico, anacrónico quiere decir eterno, pero entonces qué quiere decir eterno, supongamos que eterno quiere decir en este instante, en este preciso instante que ya pasó, como este pájaro o pajarraco que se voló, y ustedes vienen a ser su testimonio, cada uno de ustedes es el testimonio del demonio, el demonio que se perdió en el camino y no pudo dar su testimonio.

 Ubú Jarry, Alfred Dadá: las dos caras de una moneda que escasea tampoco pero sobra entera.

 Por los bolsillos, esas nieves de antaño, regresa su candor como un espejo. El brioso corcel de este cuento es un caballito de madera. La Princesa, y la princesa abunda por abundante y francamente gorda, espera distraída y celosa al Príncipe Azul para hacerlo cornudo permaneciendo virgen.

 Un mundo de princesas vírgenes que hacen cornudos a los príncipes para que sigan siendo azules como el cielo.

 Y el cielo, por supuesto, se viene abajo. Lo único que se salva del cielo es el paraíso. Gracias a las historias del Padre Ubú, lo único que se salva del cielo es el paraíso perdido.

 Cuidado con contradecir al infalible Ubú!

 Antes de mí, el diluvio: nos dice Ubú. Después de mí, después de Ubú, el arca de Noé, la cólera de Aquiles, la camiseta de frisa, la ética de la cibernética y la estética de la televisión.

 Gracias a Alfred Jarry, gracias a Ubú Roi, la verdad es así, pero también asá.


constantino mpolás andreadis

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