lunes, 28 de marzo de 2016

POEMAS - 554 - ESTEBAN PEICOVICH


ESTEBAN PEICOVICH

ya sé, vos no sos marcel duchamp. quiero decir, vos no sos tan francés. vos no sos tan francés como para no ser porteño. por lo menos, tan porteño como tampoco sos. vamos a ver: qué es berisso. quién no nació en berisso, digo yo. ¿berisso, donde no había mucama que barriera el piso? como ves, el plagio es una cosa seria. como la risa (no, la sonrisa es otra cosa, otra rosa, otra flor, otro vaso de whisky o de cicuta, ¿cuántas putas caben en una flor? ¿cuántos alfileres en la cabeza de una rosa? ¿cuánta prosa en un verso de cinco dedos? ¿cuántas manos? ¿cuántas diosas?) el plagio es una cosa seria. entre reír y sonreír, el plagio es una gota de rocío. por lo menos, cuando el molino era el molino. bueno, está bien, lo que vino después también fuimos nosotros. nosotros, los que seremos todavía. los que todavía, como si tal cosa, vamos hasta la esquina a ver si llueve. como si cada esquina de buenos aires fuera parís. aunque la más parís sea berisso. aunque berisso no fuera más que berisso. y aunque así y todo la poesía continúe. como la amistad y el otoño. como las mariposas y los puntos sobre las íes. y como todas las tías que se nos murieron. y como las mil y una noches de un pireo que siempre está por nacer y es como si no fuera tan eterno como los senderos que se bifurcan y como las agujas de tejer

2012

constantino mpolás andreadis

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