DESCONSIDERACIONES
. ya lo dije una vez y lo repito: yo no me fijo en
qué es lo que me inspira: si me inspira me inspira, y si no no. también es
cierto que algo quiere decir esto, y lo que dice es sí y lo que dice es no. no
hay cosa que no inspire a uno solo. cada hombre, cada mujer o cosa, sabrá o no
sabrá qué cosa lo inspiró. lo que hasta hoy es cierto, y aunque también mañana,
es que a veces les miento y a veces no. no sé diferenciar la verdad de la
mentira, salvo que si no son la misma cosa, no pueden ser verdad ni mentira,
pueden sí ser cebolla o caballo o reloj. por lo menos una verdad es verdadera,
o sea sincera, o sea invencible, o sea la otra, o sea que dos. lo que quiero decir
o lo que digo, es que lo que no hay es autor. tanto el autor como el lector son
lectores. es más: no hay lector que no sea el autor. y si me apuran, el autor
de sí mismo, ya no como lector, sino como esa cosa que no existe, y que si
existe es dios. por supuesto que sí que adivinaron: ¿pero adivina el
adivinador? o por qué no pensar que como el vino, y hasta el último trago
debiera ser el mejor. o sea que todo trago es el primero, y el último más que
el primero el anterior. yo les ofrezco esta mentira en verso y esta verdad en
prosa. este ramo que quisiera ser puro. este juego en que andamos. este yo
pecador
constantino mpolás andreadis
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