el rebaño de carneros
no era más que un rebaño de carneros
como el bosque de abedules
no era más que un bosque de abedules
el rebaño de carneros
no era más que un rebaño de carneros
sólo que la postal era amarilla
no sólo como un sol de agua
sino como un cuerpo acariciado
que sólo unas manos recordaban
que sólo unas manos olvidadas
recordaban
sin saberlo
13-5-2010
constantino mpolás andreadis
cmpolasandreadis@yahoo.com.ar
jueves, 13 de mayo de 2010
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