lunes, 15 de septiembre de 2025

POEMAS IV - 160

 

iluminado por el tenedor 

el plato se rompía:

tan ilimitadamente se rompía

que más de una vez era un espejo:

las veces en que los platos y los espejos

dormían como pájaros o voces:

pasos que van a dar al mismo rumbo:

cuadros que se descuelgan de las paredes como las gaviotas del mar 

ese lugar donde hasta el tiempo es un tenedor y la eternidad más que un

    paso en falso no más que una mesa a la que le falta una pata para 

    no ser un ojo


22-6-2024


constantino mpolás andreadis 


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