domingo, 29 de septiembre de 2024

POEMAS III - 939

 

BENJAMÍN PERET


sus piernas eran tan bellas como 

    un automóvil derrotado 

un auto abandonado como una pierna

que aún sin olvidarse de la otra 

no sólo la recuerda sino que la olvida 

    dos veces para inventarla

    una sola vez


como si un ladrón tan honrado como 

    ella

pasara las noches y los días

soñando con esa pierna 

para adueñarse de la otra 


como si sólo así se mirara en ese

    espejo 

y así se convenciera de que era el 

    ladrón que era

un rimbaud no inmortal un

    comerciante de oro y de

    manera 


que el oro ya no fuera otra cosa

    que un fuego literario 

un juego peligroso como una granada 

    en la mano de un niño

o como si los ángeles y los dioses,

     y aunque también las

    canillas que gotean, fueran

    aquella tierra prometida, es

    decir este cielo y esta tierra


2019


constantino mpolás andreadis 


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