no sólo la distancia
también el imán de las palabras
que se unían y se rechazaban como
peces o versos:
como si la mañana fuera la noche
y la noche un lugar imposible
donde la luna brillaba para ella:
como un sacerdote en una iglesia
vacía
oficiaba como un ojo ante la realidad
que inventaba:
y eso era entonces el poema:
y por eso es que el poema es el
comienzo del mundo:
no sólo el primer día
sino la presencia de la muerte como
una prisión en la que las palabras
no sólo alcanzaban la libertad sino
que la reproducían con la
intermitencia de una eternidad
distraída y atenta como una
penélope cegada por la presencia
de un ulises renovado y ausente
24-12-2023
constantino mpolás andreadis
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