el poema
es mi voto de silencio
hablo escribiendo
para aprender a callar
para desprenderme
de las palabras
como quien se desprende
de las cosas
un asceta
copulando y comiendo
incesantemente
un hombre
sentado en una silla
con un libro en la mano
no se trata
de soledad
sino de comunión
con uno mismo
quedarse en uno
para recibir al otro
yendo hacia el otro
al esperarlo
con la paciencia
del artesano
y la obsesión
del artista
con los ojos cerrados
y los brazos abiertos
es decir
de lo que se trata
es de empezar
no de una vez
sino a cada momento
a cada hombre
y a cada mujer
a cada cosa
y a cada cielo
o sea
de regresar
de avanzar
retrocediendo
atravesar el espejo y ser el espejo y ser el que se
mira en el espejo y ser lo que el espejo no refleja
constantino mpolás andreadis
viernes, 16 de septiembre de 2011
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