las fronteras dijeron adiós
y entonces volvieron los tigres
eso se llamó
la revolución de los paraguas
las barbas se dejaron de usar
pero solo por un momento
los peluqueros salieron a la puerta
pero no no llovía
no eran tanques los que todavía pasaban
eran mujeres tan calvas como relojes
eran mujeres cuando no eran abejas
y cuando eran abejas
tampoco eran peluqueros ni señoras de largas barbas
lo que pasaba era solamente que la revolución continuaba
como un sastre o un vestido de novia
la revolución se paraba en las vidrieras pero del lado de
/adentro
y entonces lo que sucedió fue el periodismo
o sea lo de nunca acabar
o sea cuando los zapatos no te sientan
o sea cuando hay que cambiarlos por otros y la revolución
/es de todos menos de ella
el paraíso no es más que una diferencia de precio
un par de zapatos que no te van y que tal vez por eso son
/los que te gustan
y entonces resulta que no hay otros zapatos como esos
y entonces la cuestión viene a ser que hay que resignarse
/a los que te van y no te gustan o a los que te gustan pero
/no te van
no vayan a pensar que esta es una historia inventada
cosas como estas no solo pasan a cada instante sino que
/son el hueso de la historia
como las revoluciones y los bigotes
y las barbas y los paraguas no son abejas ni zapatos sino
/mujeres que van y vienen como si hablaran de miguel ángel
/y no volaran como sombreros
constantino mpolás andreadis
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