viernes, 28 de febrero de 2025

POEMAS IV - 54

 

no había nada

excepto una pala

que como una peluca

estaba 


ahí 

donde todavía 

no había 

nada


salvo una peluca

que como una pala

estaba ahí 


como si nos mirara

y encima nos miraba

como si nada


como si eso

fuera todo

un lugar

donde no había nada


y como si esa nada

fuéramos nosotros 

que nos mirábamos 

en esa pala


que si era

una peluca

es porque era


una pala 

y como si nosotros fuéramos entonces 

esa peluca esa pala 


1-3-2022


constantino mpolás andreadis


POEMAS IV - 53

 

por quién doblan las campanas

por quién doblan las esquinas

no hay buzón que no sea un corazón

no hay corazón que no sea un buzón


pero el poema

tiene que seguir

no hay poema

que no continúe


se lo escriba

o no se lo escriba

no hay poema que no sea una esquina


no hay poema que no sea un buzón

no hay poema que no sea un 

corazón


constantino mpolás andreadis


domingo, 23 de febrero de 2025

POEMAS IV - 52

 

partir

del camino

hacia el camino 

siguiendo sus huellas

que por él 

y por ellas

son las nuestras


22-2-2025


constantino mpolás andreadis 


jueves, 20 de febrero de 2025

POEMAS IV - 51

 

automóviles y automóviles:

no se podía cruzar por ningún lado:

los semáforos funcionaban

tan perfectamente como podían:

pero cómo cruzar

entre tantos coches:

se acordó fugazmente de un cuento

    de cortázar:

extrañamente 

también recordó un juicio de mujica 

    lainez sobre ese cuento:

la segunda o la tercera vez que lo 

    leyó no le gustó tanto casi

    sonriendo se prometió releerlo:

entonces se acordó 

aunque más fugazmente 

de un poema de cesare pavese

el primer poema

de lavorare stanca:

daba un paso más allá de la acera

léase vereda

e inmediatamente retrocedía:

aún detenidos

los coches pasaban a tanta velocidad 

que era imposible:

parados

los coches parecían correr

y cuando volvían a ponerse en 

    movimiento 

era como si estuvieran parados:

los semáforos iban del rojo al verde 

al amarillo 

y otra vez al rojo 

y otra vez al verde:

era como si se burlaran de uno:

bueno

no podía quedarse ahí para siempre:

cuando finalmente cruzó 

era como si se hubiera quedado en 

    la vereda de enfrente:

cuando llegó por fin a la vereda de 

    enfrente

fue como si se hubiera quedado en 

    la vereda de enfrente:

curiosamente 

comprendió muchas cosas:

como la relatividad

el punto de vista 

la debilidad de los hombres

la soberanía de los objetos “útiles”

la fragilidad de “la palabra exacta”


15-5-2009


constantino mpolás andreadis 

viernes, 7 de febrero de 2025

POEMAS IV - 50

 

shakespeare!

summa tautológica

belleza = belleza

verdad = verdad

verdad = belleza

belleza = verdad


constantino mpolás andreadis