sábado, 2 de febrero de 2019

POEMAS DE UN DÍA COMO TANTOS - 317


son cosas resabidas
y es tanta la ignorancia que se tiene
de ellas y de todo
que entonces uno empieza:
una palabra
leída o escuchada
sirve para empezar:
hasta una estrella que brilla
como una nube o una vaca
cualquier cosa
sirve para empezar:
y empezar ya es la historia completa
el sueño soñado y olvidado
que se vuelve a soñar
pero ahora a partir de una palabra
que uno escribe y ahora es ella la que
    sueña
la que en la otra olvida lo soñado
y es como si la otra fuera el sueño
la que la sigue
la que la continúa
la que ella llama
con un silencio que suena como un grito
como una piedra
o una nube
y las palabras vuelan
se sueltan
se reúnen
se buscan
se rechazan
y cada una
cuenta su historia
y la historia es una
y las palabras sobran
y la historia no está hecha de palabras
no está hecha de las palabras que la 
   inventan
y que es la historia
de cada una
la historia verdadera del que cuenta
las escribe o las sueña
las comparte
las aparta
y poco a poco
y siempre de repente
por un momento ya son parte de uno
y entonces el que escribe las acepta
o las deja correr
o tacha una
y escribe otra en su lugar
y entonces una y otra son la misma
y es como si las palabras no importaran
y es como si la historia se contara sola
y lo que cuenta es la historia de uno
y es como si la historia lo inventara
su historia
lo inventara
y el que escribe la vive
como si la hubiera vivido
como si esas cosas
le hubieran pasado realmente a él
y él fuera otro
él el protagonista fuera otro
y entonces la historia es la historia de
    otro
y siendo de otro
es la de uno
y es como si las historias fueran todas
    iguales
y lo que las diferencia fuera él
el inventado por la historia que inventa
y en la que es otro
y ese otro es él

7-12-2008

constantino mpolás andreadis


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