martes, 27 de marzo de 2018

POEMAS - 934


se jactaba de ser el primer hombre
    que se había sentado en una silla
que todos lo hicieran
hasta los gatos y las preguntas de
    doble fondo
no parecía importarle
él seguía diciéndole a todo el mundo
que era el primer hombre que se
    había sentado en una silla
y no sólo el primero
sino el único
por lo menos
ésas fueron sus últimas palabras
sólo que después no se murió
ni después
ni todavía
lo que sucede y sucedió
fue sencillamente que sigue vivo
y cada vez que se sienta en una silla
lo hace no sólo como si fuera el primer
    hombre
sino que es
el primer hombre
claro que lo que todavía no sabe
es que un día entre los días
un día como cualquier otro día
va a ser el último hombre
y no sólo el último que se sentó en
    una silla
sino el único
el primero y el último hombre
el hombre
un hombre

2-2-2018

constantino mpolás andreadis

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