no sólo las palabras tienen corazón
también los espejos tienen uñas
y si sueñan como las palabras
es porque los espejos y el silencio
porque el silencio y también los espejos
como los gatos y la palabra gato
como una tarde o un día lluvioso
como un paraguas o una novia
cuánto tarda esta tarde te pregunto
pero sé que es tan temprano todavía
para que alguien pueda contestarme
para que se desate tu lengua
como un relámpago o un tren
y resulta que tampoco es temprano
ni tarde ni gato ni domingo
para que el poema nos conteste
o nos haga las mismas preguntas
de todos los días y las noches
de las tardes y de las primaveras
de los inviernos y los ojos azules
de los veranos y de tus rodillas
porque entonces resulta que sin vos
este poema no podría ser escrito
ni habría paraguas ni gatos ni vos
8-6-2011
constantino mpolás andreadis
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