DOMINGO, 30 DE MAYO DE 2010
detrás de él
como una luna roja
un cordero de nieve
unos pechos de azúcar
como si me soñara
no porque yo lo escriba
sino porque se escribe
a sí mismo en mi muerte
yo lo sueño mañana
y sólo en este instante
que no es otro que aquel
instante en que lo sueño
y que dura no un siglo sino mil y una noches
o sea ese mañana en que con él despierto
como si amanecer fuera morir del todo
y la vida el pasado de esa muerte sin término
en la que él renace de sus propias cenizas
y es así como nace si a sí mismo hacia el mundo
que él inventa conmigo que no soy sin sus pasos
sin su peso de luna detenida en el cielo
no como espejo u ojo sino como una hojita
que desnuda en el árbol no espera su caída
sino que vive y muere su ascensión o su origen
o sea que al caer será a la rama
lo que la rama al árbol y el árbol sólo a ella
que cayendo no sólo lo alimenta o sostiene
sino que lo eterniza si en el tiempo
sólo en esa caída o espacio o nacimiento
30-5-2010
constantino mpolás andreadis
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