jueves, 23 de abril de 2015
POEMAS - 441 - SU VIDA ERA DIGNA DE VERSE
su vida era digna de verse
de conversarse
de alejarse
de alojarse en una cuchara o un zapato
en una peluca que la miraba detrás de una vidriera
de alejarse de ella misma para entonces verse
no como era
sino como ella no sabía
ni cómo era
ni cómo parecía
era como si su vida desapareciera por un momento
un instante o un siglo
un día como tantos
para sorprenderla como ahora
tampoco esa peluca ni un tranvía
sino el tranvía que recordaba como si se tratara de un tranvía
y no de un objeto
un gato o un mingitorio
la foto de un mingitorio
que así y todo se había convertido en un mito
por lo menos
para los entendidos
que como ella
como ahora ella
andaban de un lado para el otro
con anteojos
o sin anteojos
pero siempre con un libro en la mano
con un corazón
que se helaba en la mano
y que ahora era un gato
un gatito recogido en la calle
y cuidado
endiosado
como si fuera un slogan de la vida
uno de los slogans de su vida
tan gastada
tan joven
tan errante e inmóvil como una flor
tan tierna como un gato
y tan incomprensible como el amor
y la poesía
y las cucarachas
y las pelucas
constantino mpolás andreadis
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