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era tan hermosa que de afuera
como una mariposa o un frasquito
como una ventanilla o una esquina
o una estampilla
o un caballo
o un durazno
y encima estaba ahí
donde no estaba
donde tampoco empezaba o se perdía
y sin embargo era hermosa como nunca
quién no se acuerda de una taza de caldo
quién no respira cuando no respira
ni vaya a ser que se lustre los zapatos
o en eso salga a la calle como sale
o salude a un vecino
o se mire en sus pasos
y entonces qué me dicen de berlina
qué de encina
qué de tiempo y espacio
cuando basta una piedra o un espejo
cuando tampoco basta lo que sobra tanto
y en eso hasta escribirla es escribirla
no describirla
porque eso sí que sería demasiado
basta con recordarla o encontrarla
no sólo como era
sino tampoco como sería y cuándo
constantino mpolás andreadis
viernes, 17 de septiembre de 2010
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Hay cosas muy interesantes en tus letras, te felicito.
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