miércoles, 27 de abril de 2011

ESTE HOY QUE SERÁ - 4 - A TRUMAN CAPOTE

A TRUMAN CAPOTE
la puerta de entrada estaba pintada de amarillo pálido
y tenía un llamador de bronce en forma de garra de león
la puerta de entrada y de salida eran la misma
sólo
que la puerta
de salida
no estaba pintada de amarillo pálido
ni tenía un
llamador de
bronce en
forma de garra
de
león

constantino mpolás andreadis

sábado, 23 de abril de 2011

NOTAS - ESTEBAN PEICOVICH


“POEMAS PLAGIADOS” DE ESTEBAN PEICOVICH

Otra vez, y por primera vez, Marcel Duchamp. Otra vez, y por primera vez, Nicanor Parra. Y otra vez, y por primera vez, Esteban Peicovich.

El poema es un adiós que es una bienvenida. Una última vez que es una primera vez. También en el poema nunca segundas partes fueron buenas. Pero lo que el poema nos dice no es otra cosa que esto: en el poema la primera vez es la segunda vez y la última vez es la primera.

Esteban Peicovich es un muchacho de Buenos Aires que es un muchacho de Berisso. No sólo es el inventor de la palabra sino que es el hijo de todas las palabras y ni siquiera el padre de las suyas. Para mí (pido disculpas por citarme) es el mejor poeta argentino. Ya sé que la verdad no la tiene nadie sino cada uno. Y cuando digo cada uno lo que estoy diciendo es todos. Y si cuando digo todos lo que estoy diciendo es la inmensa minoría, cuando hablo de la inmensa minoría a lo que me refiero es a uno. No sólo a mí sino sobre todo a vos. A ese inmenso vos que si es cada uno, por vos no es otro que ese inmenso otro que por él sos vos. Esta larga querella de palabras a lo que apunta es a invitarte a leerlo. A leer sus poemas plagiados y sus otros poemas. A leer a Esteban Peicovich como debe leerse todo poeta como él. Como ese poeta único que es él.

Para entender estos juicios hay que leerlo. Para entender por qué el que escribe no ha perdido el juicio aunque sí el Paraíso no sólo hay que leerlo sino que hay que afrontar la prueba de olvidarlo. Los poetas no sólo son inolvidables sino que para que sean inolvidables lo que hay que hacer es olvidarlos. Vayan y lean.

Hoy, ahora, mañana y siempre pero siempre a punto de un pasado infinito, estoy leyendo, estuve leyendo porque lo leo ahora, recién ahora que como siempre es mañana no sólo porque se lo espere sino porque ya pasó, estoy leyendo, estaré leyendo, no me molesten, por favor, que estoy leyendo, “Poemas plagiados”, los poemas que Esteban Peicovich nos regala no sólo porque no son suyos sino porque si no son nuestros es porque la poesía continúa pero el poema sos vos. Eso es lo que nos dice Peicovich: el Paraíso son los otros porque el poema sos vos.

La palabra más extenuantemente pura de la poesía argentina. La palabra más temblorosamente pura de la poesía argelina y de Polonia. La palabra más Buenos Aires porque más París. La palabra más saludable por saludadora e imprevista. La palabra más espejo mágico y más Alicia. La palabra más común y original de la poesía del mundo.

Yo me saco el sombrero ante estos versos. Y con el sombrero la peluca. Y con la peluca la cabeza. Y con la cabeza el corazón. Sí, yo me saco el corazón y se lo entrego: estos versos no sólo hay que leerlos antes de nacer sino después de muertos. Con estos versos, no sólo la poesía, con estos versos, en estos versos, la vida continúa y la realidad es posible.

Este libro no es una cima ni un cimiento: este libro es un acontecimiento. Hola, Dadá. Hola, Peicovich.

constantino mpolás andreadis

jueves, 21 de abril de 2011

ESTE HOY QUE SERÁ - 3 - pero queda el poema

pero queda el poema
del poema
de su escritura
lo que queda
es el poema
lo que nos queda
es el poema
su antes
y su después
la hoja en blanco
el blanco de la hoja
que su escritura viola
y al violarla escribe
se escribe
ya no en ella
sino en él
por ella en él
y por él en ella
que si es como es
lo que queda
lo que nos queda
del poema escrito
es porque es
no otra cosa
que el poema
el poema intacto
el blanco de la hoja
la hoja en blanco
que nace del poema
porque es él
para ser él es que nace del poema
para ser él
y porque es él
es que nace con él
para morir con él
cuando el poema sea
por ella
pero sólo por él
lo que queda
de ella y de él
y que es el poema
o sea hacia el poema
o sea desde él
ya no sólo hacia él sino hacia ella
que si por él es ella
por ella es que el poema
es lo que queda de él

constantino mpolás andreadis

domingo, 17 de abril de 2011

ESTE HOY QUE SERÁ - 12 - hacia tan hacia atrás


hacia tan hacia atrás o inmutable tahona
que lentamente cambia como espejo de pronto
y acaso esos bizcochos de su niñez no adulta
sino acaso encerrada como hojita en el árbol entrañable
    o ajeno

qué canta esa mitad que a sí misma se escucha
como ángel o uñas que crecen como arañas
como señales rotas o molinos o tumbas
como también zaguanes entre umbrales o iglesias

y también sus entonces como palabras mudas
que si dicen sus mundos se pronuncian en otras
en aquéllas o azules o también lentamente

centrales en sus días y en los otros los suyos
que como si batallas perdidas o victorias
nos conducen o llevan por caminos o puentes que
    se rompen y siguen

constantino mpolás andreadis

viernes, 15 de abril de 2011

ESTE HOY QUE SERÁ - 2 - EL PRÍNCIPE DE LAS CIGALAS

EL PRÍNCIPE DE LAS CIGALAS
las flores son números
como no son de agua como los dioses
cuando lloran sonríen como las uñas y el rocío
si en un vaso son el cielo que las sostiene

es porque el verso se mira en ellas como en un espejo roto
no basta con nombrarlas
ellas nos cuentan historias que no entendemos
si lo que tampoco entendemos de ellas es su lengua

es porque ellas son las historias que nos cuentan
es como si todas las cosas fueran flores
es como si hasta los números fueran flores

la tierra de la que brotan es el futuro en un vaso
no sólo nuestro futuro sino el pasado del mundo
el mundo que es eterno y fugaz como el presente no sólo
/es el presente del mundo sino que por ellas es ese
/pétalo de ellas que llamamos mundo

constantino mpolás andreadis

miércoles, 13 de abril de 2011

de POEMAS INCOMPLETOS - el poeta con su salto mortal

el poeta con su salto mortal
con su saltito con su librito
quién va a escucharlo quién va a velarlo
quién va a envidiarlo si no es él mismo
con su saquito con su saltito
su muertecita y su librito
yendo y viniendo
hasta gastarse
hasta ser uno
con el camino

constantino mpolás andreadis

lunes, 11 de abril de 2011

ESTE HOY QUE SERÁ-1-UN PRÓLOGO PARA ENRIQUE VILA-MATAS

UN PRÓLOGO PARA ENRIQUE VILA-MATAS
fue a chicago para dejar de fumar
¿para eso hay que ir a chicago?!
en eso fue a chicago para fumar
para que no lo señalen con el dedo

¿no habrá ido a chicago para no ir a chicago?
¿para no levantarse de la silla
fue que fue o que no fue a
chicago?

vaya uno a saber
para qué fue a chicago como fue
pero eso sí fue en chicago donde escribió lo que escribió
lo que para escribirlo tenía que ir a chicago

o sea que lo que escribió o no escribió
lo escribió según él en chicago
y hay que creerle porque lo que nos cuenta
no lo pudo escribir sino en chicago

en polonia barcelona o buenos aires
o sea en dublín pero siempre
en chicago
yo lo único que hago es creer

o sea desconfiar de lo que dice
si él dice que fue a chicago para dejar de fumar
es porque fue a chicago aunque no haya ido a chicago
para no otra cosa que para dejar de fumar para dejar
/de fumar es que fue a chicago

constantino mpolás andreadis

lunes, 4 de abril de 2011

AHORA VAN A VER - 21

una línea que se va del dibujo
como si nunca hubiera estado en el dibujo se va del dibujo
como si se quedara en el dibujo
como si el dibujo dependiera de ella
como si ella
fuera todo el dibujo
como si al irse
el dibujo se disolviera como una burbuja
como un ovillo
como un gato enredado en esos hilos
como si el ovillo fuera el gato
y el dibujo el gato
y la línea que se va o se queda
que se fue porque se queda
que se fue del dibujo porque es el dibujo
como si el dibujo fuera el ovillo y esa línea el gato
y el gato una burbuja
y el dibujo una burbuja
y esa línea movediza una burbuja
y el modelo una burbuja
y el espectador una burbuja
esa línea que se va del dibujo
que se fue del dibujo
como si nunca habría estado en el dibujo
como si nunca se hubiera ido del dibujo

constantino mpolás andreadis